El enojo es la emoción semilla del reino de los infiernos. Hay muchas expresiones posibles de las huellas kármicas del enojo, como la aversión, la tensión, el resentimiento, la crítica, la disputa y la violencia. Gran parte de la destrucción en las guerras es provocada por el enojo, y cada día mueren muchas personas como consecuencia del mismo. Sin embargo, el enojo nunca resuelve los problemas. Cuando el enojo se apodera de nosotros, perdemos el control y la conciencia de nosotros mismos. Cuando estamos atrapados o somos presa del odio, la violencia y el enojo, tenemos experiencias del reino de los infiernos.