Es Pascal quien se empeña en no parecerse a Montaigne, quizá porque sabía que se asemejaban más de lo que le hubiese gustado. Hay frases de Montaigne que podrían ser pascalianas, como esta: «Encontrar una cosa increíble es para los cristianos ocasión de creer. Es tanto más razonable cuanto más está en contra de la razón. Si fuera razonable, no sería un milagro; si siguiera algún caso anterior, ya no sería algo singular». Y lo argumenta con la autoridad de san Agustín: «Se sabe mejor de Dios no sabiendo» (Del orden, II, 36), el santo de la devoción de Pascal. Aunque, en su línea, añade también el de un pagano, Tácito: «Es más santo y reverencial creer en los hechos de los dioses que saberlos»