El Ruletista

Con las primeras líneas que despliegas en la página, en esa mano que sujeta la pluma entra, como en un guante, una mano ajena, burlona, y tu imagen, reflejada en el espejo de las páginas, se escurre en todas direcciones como si fuera azogue, de tal manera que de sus burbujas deformadas cristalizan la Araña o el Gusano o el Fauno o el Unicornio o Dios, cuando de hecho tú solo querías hablar sobre ti. La literatura es teratología.

porque a mí nadie puede ya quitarme nada

Desde hace unos cuantos años, duermo mal y sueño con un viejo que enloquece por culpa de la soledad. Únicamente el sueño me refleja de forma realista. Me despierto llorando de soledad,

querido contarlo todo sobre mí, absolutamente todo. Pero la ilusión ha sido más amarga si cabe, dado que la literatura no es el medio adecuado para decir algo real sobre uno mismo.

Ruletista apostaba contra sí mismo.

allí puede aparecer un hombre más poderoso que el azar.

la cárcel de las convenciones artística

pero para ti, nadie; para ti, nada.

millón de esporas de la certeza

me concedieron el Premio Nacional: «Por la humanidad noble y generosa de sus libros, por el pleno dominio del lenguaje expresivo».