¿A qué público deseas llegar, con quién vas a comunicarte, qué gustos tiene ese grupo y cuáles son sus características?
No todos los públicos gustan de las mismas cosas; no todo lo que hagas gustará a todos necesariamente. Has de buscar un público, un nicho o target: un sector concreto de gente que sea la audiencia natural para tu vídeo, las personas con quien más fácilmente puedas conectar.
Promociona tus vídeos entre los públicos potencialmente objetivos.
A pesar de la tarea de los motores de búsqueda, debes empujar tú personalmente tus vídeos en busca de audiencia. Difunde los enlaces en las redes sociales; publica artículos sobre ellos en los blogs; pon incluso publicidad en YouTube si te es posible. Envía correos electrónicos avisando a tus amigos de que el vídeo está disponible y qué puntos de interés tiene para que lo vean. Y recurre con moderación al envío de emails más allá de tu gente más próxima porque esto podría ser considerado una promoción invasiva e intempestiva y por tanto causar el efecto opuesto al deseado. No sería mala idea crear un blog en el que se reprodujeran los vídeos que tienes en YouTube junto con materiales relacionados que amplíen su temática o la complementen, y así disponer de una plataforma también propia que adjuntar al canal de YouTube para que se enlacen mutuamente.