<3
Muy buena
Muy bueno la verdad
Bella. Desde el inicio no pude despegarme de esta novela, el tono es pausado y los paisajes de la llanura argentina son hermosos. Como los duelos, tiene ese ritmo de un tiempo que es y no es, de una rareza calmada que aunque no creamos es posible estar ahí. La huerta del protagonista es casi una metáfora de la vida: unx dispone ciertas cosas y la vida, fuera de nuestro control (como dice el protagonista), hace lo suyo, muchas veces en un ritmo tan distinto del que nos gustaría.
Me encantó. Me acompañó en días donde sentía mucha ansiedad y estrés. Me ayudó mucho a reconectar con otros espacios y tiempos que el narrador relata viviendo en el campo y cuidando a su huerta.
Aunque algunos escenarios se me hicieron muy monótonos, me gusta las partes cuando habla sobre la huerta y los asocia con respecto a sus momentos de vida, que curiosamente también son las estaciones del año que se relaciona con lo que puede y no puede sembrar. La novela es muy tranquila, vive en un tiempo lento a pesar de las circunstancia que vive el protagonista.