«La teoría del aburguesamiento de la clase obrera reconoció en el consumo el espacio en el que el trabajador se separaba de su condición proletaria y lograba ser otra cosa», explica Emmanuel Rodríguez López.4 El turista (de clase trabajadora, de clase media) ha viajado tradicionalmente para convertirse en otra cosa, para olvidarse de lo que es, o para intentar descubrir de hecho quién es, siempre con resultados precarios. Para guardar el escritorio en la caja de zapatos.
Lo más inquietante de los viajes es que con ellos sucede lo mismo que con las obras hechas por IA, como las que transforman tu cara, por ejemplo, en un retrato renacentista o las que te ponen cuerpo de jirafa: a quien más importan, sin duda, es a uno mismo.