Hijos del monzón
- Oprindeligt udgivet
- 2007
- Udgivelsesår
- 2007
- Forlag
- Kailas Editorial
Vurderinger
- Virginia Lujanhar delt en vurderingfor 4 år siden
💡LærerigMe encantó, nos da una idea muy clara de las vidas de seres humanos en otras latitudes, sus sueños, temores y esperanzas, que no son muy diferentes unas de otras en la búsqueda de la felicidad y la paz 6todos deseamos
- Danielahar delt en vurderingfor 4 år siden
👍Værd at læse💡Lærerig🎯Læseværdig🚀OpslugendeEs un gran libro, que nos muestra distintas realidades a partir de los casos de niñas y niños en el otro lado del mundo. Se lee muy rápido porque te atrapan las historias. Muy recomendable
- Baalam Buukhar delt en vurderingfor 4 år siden
👍Værd at læse🔮Overraskende💡LærerigSiempre al viajar pensamos en París, Londres, Roma, pero nunca volteamos a mirar lugares tan olvidados y recónditos como lo son Mongolia, Filipinas, Tailandia o el Tíbet, este libro nos invita a mirar y reflexionar de que esta plagado el mundo, la realidad de todo lo que ignoramos, lo dura y cruel que puede ser la vida en otros lugares, me quedo con una gran reflexión y tristeza por querer hacer de este mundo un lugar mejor, y saber que todos nuestros sentimientos como lo son el miedo, la fortaleza, el querer aspirar a algo mejor lo compartimos todos los seres de este mundo, recomendado ampliamente.
Citater
- Julio César Contreras Pérezhar citeretfor 2 år siden
No hay pueblos mejores o peores. Los deseos y anhelos son los mismos en uno u otro sitio, igual que las preocupaciones e inquietudes, también los motivos que determinan la felicidad y la infelicidad, de forma que, cuando te acercas a un país que una vez te parecía distante y extraño, compruebas que sólo te separan de su gente los matices y que son más —y mucho más importantes— las similitudes. - Julio César Contreras Pérezhar citeretfor 2 år sidenlo que somos no siempre coincide con lo que los demás ven en nosotros.
- Julio César Contreras Pérezhar citeretfor 2 år sidenNo es la pobreza lo que hace especialmente injustos algunos lugares, sino el insoportable letargo de ésta, su calma imperturbable, la certeza para quienes la sufren de que nada puede ni va a cambiar, la sensación de que no importa lo mucho o poco que nades, siempre seguirás a la deriva en un océano de infinita desesperanza. No es la pobreza, sino su quietud.
