Sin embargo, las primeras informantes de los Grimm, fueron tres hermanas veinteañeras: Amelie, Jeanette y Marie Hassenpflug, con quienes tenían una especie de té literario desde 1808. Hijas de un alto funcionario y de una mujer de ascendencia hugonote, recibieron a través de ella la tradición de los cuentos de hadas franceses. Estas hermanas, cultas y urbanas, fueron las responsables de la primera edición de los cuentos, que fueron descartados posteriormente al descubrir los Grimm la procedencia francesa de muchos de ellos.