Cerebro y mente son dos aspectos de una misma realidad. La mente humana es capaz de intuir realidades que trascienden nuestra dimensión física. Sin embargo, toda experiencia humana, incluso la más sublime, tiene una base neurológica.
Para que la experiencia espiritual sea posible es preciso una cierta madurez psicológica. Los humanos somos capaces de hacer conscientes los impulsos vitales inconscientes, conduciéndolos hacia objetivos seleccionados. Por eso tendemos hacia la religión, es decir, a generar una estructura humana hecha de símbolos, mitos, ritos, libros sagrados o tradiciones que refieren a una inspiración espiritual inicial que se desea mantener.
Este libro reúne gran parte de la obra de Jordi Font sobre tres de sus temas de mayor interés: la salud mental, la espiritualidad y la mística ignaciana. A partir de su sólida formación y vasta experiencia profesional, Font consolida una concepción de la salud mental y la salud espiritual como manifestaciones diferenciadas de una única vida, siempre en evolución hacia estados de maduración más plena.