Para desarrollar tu voz de ejecutivo, dedica tiempo a hablar, por lo menos una vez por semana, con una persona de fuera de tu equipo inmediato o de tu área funcional. Intenta averiguar:
•Cómo encaja esa persona en el conjunto de tu empresa.
•Cuáles son sus objetivos y sus retos.
•Cómo podrías ayudarle como socio estratégico de la empresa
Aporta soluciones, no solo problemas. Después de formar a muchos, y distintos, ejecutivos, he comprobado de primera mano que muchos de ellos se sienten frustrados cuando la gente les explica los problemas y no les ofrece soluciones. Liderar estratégicamente con una voz de directivo potente implica solventar los problemas, y no limitarse a señalar los asuntos espinosos.