El típico danfo lagosense es amarillo, decrépito y tiene catorce asientos: dos delante, junto al del chofer, y tres filas de cuatro cada una. Lo lleva un equipo de dos hombres: el chofer y el cobrador, también conocido como chillón. En las paradas finales típicas, como las de Ojota, Yaba, Ikeja u Ojodu, los gritos de los chillones colman el aire. Tienen que llenar los catorce asientos lo más deprisa posible y arrancar hacia su destino.