se revela ante sus ojos como un hombre con profundos problemas mentales, que llegó incluso a pensar que ella quería matarlo, que teorizó sobre las muchas formas en que Pilarcita, como la llamaba para diferenciarla de su esposa Pilar, pretendía aplastarlo. Entre estas páginas, por ejemplo, el hombre se refiere a Pilar (no a Pilarcita) como una vaca gorda que deja sus dientes alrededor de la casa y se pregunta cómo puede querer que se la coja.