Cuentos completos

Ahora suele decirse que aquellos tiempos eran otros tiempos, que eran tiempos mejores. Eso es un decir, no hay tiempos mejores ni peores, todos los tiempos son el mismo tiempo aunque las apariencias nos traten de engañar con su espejeo.

¿Para qué mentirle, si se nos veía el hambre? Se me nublaron los ojos, la vejez no sirve para atajar a las lágrimas cuando quieren correr

Cuánto faltaría para que el tiempo se acabara y yo pudiera oírlo siempre?

Lola, como todos los perseguidos, no recordaba su pasado, no tenía futuro y en su memoria sólo quedaban imágenes confusas de sus perseguidores.

No es vergüenza tener miedo. Es malo, porque confunde los sentidos y equivoca a las personas.

Hace ya muchas, muchísimas semanas, digamos años, que la emperatriz ya no se pasea por las terrazas de balaustradas blancas y que no contempla los ahuehuetes de copas altas.

como pétalos tiernos de claveles

y cuando se coagula toma formas caprichosas como joyas reales

Yo conocía el mar, las amables caracolas, los rosados corales y las perlas multicolores.

No pude bañarme, el agua color plata estaba congelada y en sus profundidades distinguí algunos cadáveres de color verde esmeralda y rostros desconocidos