Helen, hermana mayor y único miembro de la familia de Philip, se ha casado, y él debe marcharse a vivir con su nueva hermanastra, Lucy. Al principio todo son problemas. Arrojado a un mundo diferente al de su idílica vida anterior, Philip se siente abandonado por su hermana mientras ella disfruta de su luna de miel. No aguanta a Lucy, a pesar de los esfuerzos de la chica por llevarse bien con él. Además, ha caído en manos de una niñera intransigente, y de aspecto inquietante, que cada vez lo deja más aislado. Durante una ausencia de la niñera, Philip decide desobedecer y entretenerse mediante la construcción de una de esas ciudades mágicas que construía con su añorada Helen. Para ello, como siempre, se servirá de multitud de objetos de la casa: piezas de cubertería, candeleros, tableros, cubos, juegos, libros, placas, tazones, etc. Una noche, mientras se escabulle de los miembros del servicio de la casa, cae en un profundo sueño que le adentra en un mundo extraño. Además se encuentra allí, y no por casualidad, con su hermanastra Lucy. ¿Es realmente un sueño? ¿Qué hace allí la pesada de Lucy? ¿Cómo es que les suenan a ambos algunos edificios de esa curiosa ciudad? Y, ¿por qué los apresan esos guardianes con aspecto de soldaditos de plomo? Publicado originalmente como serial en The Strand Magazine, se publicó por primera vez como libro en 1910 y fue uno de sus mayores éxitos, tanto que realizó una exposición en el Olimpia de Londres con las ciudades mágicas construidas por ella misma y publicó, en 1913, Wings and the Child (or The Building of the magic cities), un manual educativo para niños basado en el juego de construir «ciudades mágicas». Está considerado entre los mejores libros de Edith Nesbit por la crítica, por su gran seguidor en las letras norteamericanas, Edward Eager, y por Diana Wynne Jones.