«El sacerdote se quedó un momento en silencio, miró a sus compañeros y continuó: —Es que tienen aspecto de chepibis… —Porque lo somos, señor sacerdote —intentó aclarar Cavia. El sacerdote seguía en silencio. Hasta que al fin se dirigió a uno de los otros sacerdotes: —Turista, esto podría ser algo así como el ocaso de las civilizaciones del que hablábamos el otro día, ¿no? Tal vez sea de esta manera que desaparecen las civilizaciones, que luego la historia no puede explicar».
El reino de Argenia, gobernado por los payasádicos, está sumido en la pobreza y la corrupción. Hartos de la situación cada vez más grave, los chepibis deciden hacer una revolución; pero para ello deberán enfrentar una larga y particular travesía. En esta novela, Marcos Maurette combina el absurdo con el dramatismo para contar la historia de un pueblo que se levanta contra sus gobernantes, proponiendo al lector una parodia sobre la forma de ser de los argentinos. Sin críticas ni juicios, Argenia se revela como una foto, una pintura impresionista en la que, con mayor o menor nitidez, tal vez todos podamos encontrarnos.