La sociedad del cansancio

Así como la sociedad disciplinaria foucaultiana producía criminales y locos, la sociedad que ha acuñado el eslogan Yes We Can produce individuos agotados, fracasados y depresivos.

el ser humano en su conjunto se convierta en una «máquina de rendimiento»

Incluso Nietzsche, que reemplazó el Ser por la voluntad, sabe que la vida humana termina en una hiperactividad mortal, cuando de ella se elimina todo elemento contemplativo:

La sociedad del siglo XXI ya no es disciplinaria, sino una sociedad de rendimiento.

hombre depresivo es aquel animal laborans que se explota a sí mismo, a saber: voluntariamente, sin coacción externa.

Lo que provoca la depresión por agotamiento no es el imperativo de pertenecer sólo a sí mismo, sino la presión por el rendimiento

El dopaje solo es una consecuencia de este desarrollo, en el que la vitalidad misma, un fenómeno altamente complejo, se reduce a la mera función y al rendimiento vitales.

Bartleby personifica, por tanto, el «espíritu», el «Ser de pura potencia», al que remite la tablilla en blanco, sobre la que todavía no hay nada escrito

No se ve confrontado con el imperativo de ser él mismo, signo característico de la sociedad de rendimiento tardomoderna.

Todavía no desarrolla los síntomas de la depresión característica de la sociedad de rendimiento tardomoderna. El sentimiento de insuficiencia e inferioridad o el miedo al fracaso no forman parte de la vida emocional de Bartleby.