Es agotador, todo en este colegio es agotador, y la verdad es que me había gustado mucho pasar media hora tres veces al día tomándome un respiro, fingiendo ser igual que el resto, no una chica superpopular como las que forman parte de los enclaves, sino alguien que consigue una buena mesa y con la que los demás se sientan después de que haya comprobado que no hay ningún peligro en vez de largarse en dirección contraria.