Alguna vez, intenté comentarlo con ciertas personas. Compartir la sensación que me había dejado la desaparición, saber si alguien más tenía ese mismo agujero adentro; la misma incomodidad. Y sin embargo, fue como hablar con un muro.
Alejandra Hesahar citeretsidste år
Reconocer lo que habíamos perdido daba miedo y no decirlo era una forma de que no existiera.
Alejandra Hesahar citeretsidste år
el extraño vacío se apoderaba de todo, como una neblina que se posa sobre los caminos.
Yar Cruzhar citeretfor 2 år siden
Alguna vez, intenté comentarlo con ciertas personas. Compartir la sensación que me había dejado la desaparición, saber si alguien más tenía ese mismo agujero adentro; la misma incomodidad
Yar Cruzhar citeretfor 2 år siden
Así continuamos, con la vista tapada, desconociendo el vacío, mirando hacía el lugar equivocado.
Yar Cruzhar citeretfor 2 år siden
en cada gesto, en cada mirada, se pronunciaba más la ausencia.
Yar Cruzhar citeretfor 2 år siden
Reconocer lo que habíamos perdido daba miedo y no decirlo era una forma de que no existiera. Pero ahí estaba, acechando. Creciendo en el silencio. Materializándose de alguna forma desconocida.
Alicia M. Mareshar citeretfor 3 år siden
En cambio, yo recordaba a Pelayo siempre. Su complicidad silenciosa, su forma de moverse en la oscuridad. Todo eso que ahora construía un abismo entre Perro y yo.
Alicia M. Mareshar citeretfor 3 år siden
Nadie hablaba de eso, de lo irremplazable. De lo que se había perdido junto con los gatos. Quizás porque no sabíamos cómo ponerlo en palabras o porque solamente nombrarlo era escalofriante. Reconocer lo que habíamos perdido daba miedo y no decirlo era una forma de que no existiera. Pero ahí estaba, acechando. Creciendo en el silencio. Materializándose de alguna forma desconocida.
Hatebreederhar citeretfor 4 år siden
Nadie hablaba de eso, de lo irremplazable. De lo que se había perdido junto con los gatos. Quizás porque no sabíamos cómo ponerlo en palabras o porque solamente nombrarlo era escalofriante. Reconocer lo que habíamos perdido daba miedo y no decirlo era una forma de que no existiera. Pero ahí estaba, acechando. Creciendo en el silencio. Materializándose de alguna forma desconocida.