Una vida violenta

Todo era sol y mugre, mugre y sol. Pero aún era marzo, y el sol se ponía pronto, allá, detrás de Roma.

Tommasino no dijo palabra; y, tranquilamente, con las piernas cruzadas sobre el fango seco, sacó del fondo del bolsillo una punta de cigarro y se la encendió.

en un heteróclito batiburrillo que refleja la banda sonora, radiofónica, de los barrios populares

El lenguaje pasoliniano en su narrativa romana es fruto de maniobras de contaminación

Este substrato cinematográfico, si así puede llamarse, deja notar su presencia en Una vida violenta

La historia de Tommasino Puzzilli es la de una introversión, causada por el hecho de que se trata de un muchacho que no es guapo, no es fuerte y no está sano: un débil

supone la aparición del inexplorado universo del subproletariado romano en el panorama novelístico, dominado por un neorrealismo epigonal que había dado en la folclorización