Como novela homosexual, Pasión y muerte del cura Deusto pertenece sin duda a la modalidad trágica: hay mucha angustia, mucha indagación interior, mucho nombrar-sin-nombrar —"¿Cómo permanecer aquí, donde todos dicen que somos… lo que no somos?"—, mucha vergüenza y un suicidio al final. Este suicidio permite medir, de hecho, la distancia entre esta novela y las ficciones homoeróticas que ya lleva escritas D'Halmar. Ga¬tita y La sombra del humo en el espejo eran textos básicamente elegíacos que celebraban una pederastia principalmente platónica; evitan el conflicto abiertamente homosexual y terminan sin muertes, pero con separaciones. En cambio, Pasión y muerte…, como otros relatos de Los alucinados donde el conflicto homosexual se hace patente (aunque permanezca innombrado), termina forzosamente en muerte, con el homosexual en papel de víctima sacrificial.