Para empezar a pensar como un líder, primero debemos actuar: sumergirnos completamente en nuestros nuevos proyectos y actividades, interactuar con distintos tipos de personas y experimentar nuevas formas de actuación para lograr los objetivos. Es en los tiempos de transición e incertidumbre, cuando la reflexión y la introspección deberían llegar después de la experiencia, y no al revés. La acción nos transforma, y cambia el valor de lo que vale la pena.