Una vez escuché a un cómico decir que el sentido del humor es exclusivo del ser humano porque solo este sabe que va a morir. Que al final, si nos reímos, es solo por disponer de esa certeza. Tener un cuerpo de hombre o de perro, ser viudo, pobre o rico, tener éxito o ser un incomprendido. ¿Qué coño importa? Vas a palmarla igual. Así que me río, lo que parece inquietar al grupo que viene a reventarme las entrañas. No dejan de gruñir, pero al mismo tiempo me miran con cierta curiosidad.