También es un espacio casi exclusivamente masculino. Según los incels, el mercado sexual está tan sesgado que casi cualquier mujer de nuestra sociedad, por muy indeseable que resulte a nivel físico, podrá encontrar siempre a alguien que quiera acostarse con ella. Así pues, según dicta la lógica incel, es casi imposible que una mujer sea una incel, lo que ha llevado a que las comunidades actuales estén compuestas casi en su totalidad por hombres. (Que el propio término lo inventara una mujer bisexual es un triste recordatorio de la ridícula estrechez de miras que han adoptado con el tiempo las creencias de los incels).