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Antonio Ortuño

El jardín japonés

  • b9575273675har citeretsidste år
    como un nuevo movimiento en el ajedrez de una discusión que antecede mi llegada
  • b9575273675har citeretsidste år
    Jamás diré dónde encontré la calzaleta, porque la estaría cargando de anécdota y despojándola de su individualidad en cuanto a objeto.
  • Josué Osbournehar citeretfor 4 år siden
    Quizá yo sea como los niños, que no duermen si no saben que hay alguien despierto, que la vida no se ha detenido, que la luz no se ha agotado.
  • Josué Osbournehar citeretfor 4 år siden
    He pensado siempre que la noche impide dormir, que el silencio y la oscuridad ahuyentan el sueño. La noche debió enloquecer a los hombres en las primeras aldeas, cuando dejaron la vida del campo. Tenderse todos al mismo tiempo en sus chozas, perder la conciencia juntos, es una prueba de confianza que terminaría por resultarles inadmisible. Yo duermo cuando todos están ocupados, cuando nadie puede pensar en llegar a mí en silencio y oscuridad.
  • Josué Osbournehar citeretfor 4 år siden
    Nunca he comprendido la inteligencia de las mujeres. Algunas mujeres son inteligentes. Y algunas lo serán más que yo, o que cualquiera como yo –soy un mesero, o lo he sido en ocasiones–. Pero ninguna parece poseer ligereza.
  • Josué Osbournehar citeretfor 4 år siden
    Ya universitaria, Marcia pasó por los brazos de tres generaciones de fotógrafos. No sé qué resulta más extraordinario: que tuviera tan pocas curvas favorables o que, careciendo de ellas, conservara el ímpetu de posar desnuda. Sin embargo, como terminaban confesando quienes la retrataron entonces, la gracia de la mujer se disparaba al apagar las luces. Ninguno precisó nunca por qué exóticas habilidades la juzgaba magistral, pero los delataba ese aire de haber pasado el fin de semana en Babilonia, ese tenue olor de animal gozado, esas marcas de diente y uña (o marcas de algo más fuerte), y algún susurro infame sobre «accesorios»
  • Josué Osbournehar citeretfor 4 år siden
    Fabiana tiene algo que ayuda a la gente», decía mi amigo. «Por eso mis padres la rentaron para mí». Mauricio le había preguntado a un primo adolescente cómo podría llamarse a una mujer que se renta para ayudar. El primo lo pensó un momento, e incluso consultó un diccionario. «Una puta», concluyó. Así que Fabiana era una puta.
  • Josué Osbournehar citeretfor 4 år siden
    Ojalá que Berta chupara como una aspiradora esa tarde, Ricky. Ojalá que te sorbiera hasta la menor gota, y obtuviera también un flujo placentero entre las piernas. Ojalá olvidaras tu fealdad y tu deslealtad y tu diabetes. Así tendrás algo que llevarte a la tumba.
  • Josué Osbournehar citeretfor 4 år siden
    Mi esposa desnuda, sus miembros largos, su cansado cuerpo de mujer, esa extraña sonrisa de jabalí que el sexo le pone en la boca, su boca en el pecho blando de Ricky, sus labios jugueteando en su abdomen hinchado como una fruta (y su lengua que se desliza), y los ojos del hombre se entornan, y su propia boca se cierra púdicamente, porque Berta está arrodillada ante él y le rinde tributo, con lengua y labios, a lo que ambos convinieron en llamar su hombría.
  • Josué Osbournehar citeretfor 4 år siden
    Soñé con desiertos amurallados y desperté triste.
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