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Bøger
Orly Castel-Bloom

Dolly City

  • Fernandohar citeretfor 3 år siden
    Llegué a la conclusión de que lo que tuviera que ser, sería. ¿Y qué podía hacer yo?
  • Fernandohar citeretfor 3 år siden
    era el 14 de julio y seguro que los franceses estaban bailando por las calles en conmemoración de la toma de la Bastilla. Aquellas criaturas creían que con haber legado a la humanidad tonterías como la separación de poderes, la bondad innata del hombre y todas esas cosas empalagosas ya era suficiente. Lo que yo me digo es que no han hecho más que inventar un Napoleón que se cree Napoleón, la ridiculez de los jardines de Versalles y el rostro empolvado de María Antonieta.
  • Fernandohar citeretfor 3 år siden
    Por la ciudad corría el rumor de que los franceses eran solo la punta del iceberg, que eran vasallos de los alemanes, y que eran los alemanes quienes estaban detrás de todos esos ataques aéreos, ya que si un alemán le ordena a un francés que salte por la ventana, el francés salta.
  • Fernandohar citeretfor 3 år siden
    La maternidad es una mujer murmurando a su hijo al oído: «¡Ten cuidado al cruzar la calle! Los conductores de autobús son unos locos. No vayas a la piscina en invierno, cuidado con los pervertidos. No comas porquerías, que dan cáncer».
  • Fernandohar citeretfor 3 år siden
    Yo no sabía lo que se suponía que debía sentir. Sabía que la vida se burla de nosotros, que es muy astuta, que no hay que fiarse de ella, que después de haber sacado un excelente de repente puede uno morir de cáncer, así sin más, en nombre del equilibrio de la naturaleza
  • Fernandohar citeretfor 3 år siden
    Esta forma de construir una secuencia de hechos mediante el consabido «considerando que…» me repugna.
  • Fernandohar citeretfor 3 år siden
    dejó de interesarme por completo atar cabos. ¿De qué me serviría?, me pregunté. El solo hecho de saber esto o aquello, algo que lleve a alguna parte, puede ser cincuenta mil veces más angustioso que la ignorancia.
  • Fernandohar citeretfor 3 år siden
    En la entrada del club me preguntaron si era kurda.

    –¿Por qué? –pregunté.

    –Porque está prohibida la entrada a los kurdos.
  • Fernandohar citeretfor 3 år siden
    Un día leí un artículo breve en el periódico que decía que en la cárcel de mujeres había muchas fichas telefónicas. Las presas las ensartaban en un hilo de nailon y las mandaban a toda clase de congresos internacionales como si se tratara de reliquias de las artesanas asirias de la antigüedad.
  • Fernandohar citeretfor 3 år siden
    Decía que el Pacífico no era en absoluto pacífico, sino tempestuoso, con las aguas rojas de tantas batallas como se libraban en él. Cada dos minutos veían delfines atrapados en trampas y cardúmenes de tiburones hambrientos que seguían las naves. Cuando se trataba de la guerra, los franceses no tenían límite, como tampoco lo tenían cuando se preparaban una buena comida
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