«adoctrinamiento por contexto», que incluye la influencia de los padres, de los grupos de pares, de los sistemas educativos, la industria del espectáculo y los medios, entre otros. De manera más sutil, nos rodean las ideas que «flotan en el aire», que se consideran obvias, de las cuales es muy difícil abstraerse excepto desde la locura (conforme sugiere Sargant) o desde un conservadurismo recalcitrante condenado a su propia extinción, por más que sepamos que a las generaciones futuras esas ideas podrán resultarles absurdas.