Guy de Maupassant

Bola de sebo y otros cuentos

  • Luis Torreshar citeretfor 3 år siden
    Bola de Sebo seguía llorando; y, a veces, un sollozo que era incapaz de contener, cruzaba, entre dos estrofas de La Marsellesa, las tinieblas.
  • Luis Torreshar citeretfor 3 år siden
    Aunque semejantes bromas fueran indignas, divertían y no molestaban a nadie, porque la indignación depende del ambiente, como todo, y el que habían creado a su alrededor aquellos desalmados estaba cargado de pensamientos lujuriosos
  • Jovani González Hernándezhar citeretfor 4 år siden
    5 de noviembre. – Hay pruebas concluyentes contra el sobrino, que es el único heredero de su tío. Yo presidiré el juicio.

    15 de enero. – ¡A muerte! ¡A muerte! ¡A muerte! Lo he condenado a muerte. ¡Ah! ¡Ah! El fiscal, en su acusación, ha hablado como un ángel. ¡Ah! ¡Ah! Uno más. Iré a ver cómo lo ejecutan.
  • Jovani González Hernándezhar citeretfor 4 år siden
    25 de agosto. – ¡Es necesario que mate a un hombre! ¡Es necesario!

    30 de agosto. – Está hecho. ¡Qué poca importancia tiene! Había ido a pasear por el bosque de Vernes. No pensaba en nada, no, en nada. De pronto, un niño en el camino, un jovencito que comía una rebanada de pan con mantequilla.

    Él se acercó para saludarme:

    –¡Buenos días, señor presidente!

    Y el pensamiento me asaltó: «¿Y si lo matara?».

    Le respondí:

    –¿Estás solo, pequeño?

    –Sí, señor.

    El deseo de matarlo me embriagaba como el alcohol. Me acerqué lentamente, convencido de que iba a huir..., le cogí de la garganta... y apreté y apreté con todas mis fuerzas. ¡Me miró con ojos espantados! ¡Qué ojos! ¡Redondos, profundos, limpios, terribles! Jamás he sentido una emoción tan brutal..., pero... ¡tan corta! Sujetaba mis muñecas con sus manecitas, y su cuerpo se retorcía como una pluma en el fuego. Después se quedó quieto definitivamente.
  • Jovani González Hernándezhar citeretfor 4 år siden
    Id a la India o a China, y veréis rebullir miles de millones de seres que nacen, viven y mueren sin dejar más huella que la hormiga aplastada en un camino perdido.
  • Jovani González Hernándezhar citeretfor 4 år siden
    ¡Felices los hombres cuyo corazón olvida cuanto ha contenido, igual que el espejo por el que pasan y desaparecen los reflejos!
  • Jovani González Hernándezhar citeretfor 4 år siden
    me senté a la puerta, acongojado por la melancolía contagiosa del lúgubre paisaje, oprimido por esa angustia que a veces asalta a los viajeros en noches amargas y lugares desolados, sugiriendo que todo está a punto de acabarse, la existencia y el universo. Se toma conciencia repentina de la miseria de la vida, del aislamiento de todos y cada uno, la nada de todo y la negra soledad del corazón que se adormece y se engaña a sí mismo con sueños hasta la muerte[
  • Jovani González Hernándezhar citeretfor 4 år siden
    Forma parte, en fin, de la legión de jóvenes honestas con cuyo matrimonio uno se siente feliz, hasta que un día descubre que todas las demás le gustan más que la propia.
  • Jovani González Hernándezhar citeretfor 4 år siden
    Nadie la miraba ni pensaba en ella. Ella se sentía ahogada por el menosprecio de aquellos desvergonzados honestos que, primero, la habían sacrificado, para, después, rechazarla como algo sucio e inútil.
  • Jovani González Hernándezhar citeretfor 4 år siden
    Al conde, que conservaba su aplomo incluso en sus momentos de abandono
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