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Katixa Agirre

Las madres no

  • Armando El Guatequehar citeretfor 2 år siden
    Hay madres que escriben en foros online que, desde que son madres, son más fuertes, más poderosas, imbatibles leonas, puro rugido, pura zarpa. Yo, en cambio, nunca me he sentido más débil. Ahora es muy fácil atacarme, hundirme, hacerme explotar. Llevo una diana pintada en la frente. Cualquiera puede saber por dónde atacar. ¿De qué hablan esas madres de internet? No tengo ni idea. Igual que ellas, yo también siento el mandato imperioso de defender a mi cría: y si debo rugir, rugiré; y si debo usar las zarpas, desde luego que las usaré. Pero también me sé impotente, más impotente que nunca, pues de poco sirven las zarpas, los rugidos, si llega el accidente de coche, el secuestro en el parque, el incendio en la guardería, la leucemia, el estreptococo. Más perdida que nunca, en realidad; más débil que nunca, con mi cachorrito al lado
  • ana munozhar citeretfor 3 år siden
    Para una mujer inteligente no hay nada más aburrido que pasar infinitas horas con un niño pequeño».
  • Armando El Guatequehar citeretfor 2 år siden
    Esa responsabilidad, esa carga que se resiste a abandonarme porque, en algún momento, varias veces, quise ponerme en su lugar. Yo he sido esas manos. Manos que ahogan niños. Las manos de la madre. Las que no tuvieron compasión. En algún momento, varias veces, llegué a entender lo que hicieron o di a entender que lo entendía o dejé entrever que quizá podría llegar a entenderlo (¿para qué tantas vueltas, si no me guiaba el ansia de encontrar una salida?), y lo que es peor, quise llevarte a ti también conmigo a ese territorio embarrado.
    Después volvía, claro, siempre vuelvo a este lado del mundo, el territorio limpio del amor y las palabras amables, al mundo de las madres que regalan billetes de avión sin esperar nada a cambio, al universo de las madres que cantan siete veces la canción de los siete cabritillos para dormir al niño, a las noches de las madres que recuperan sesiones medio sucias y medio satisfactorias con maridos surfistas, y a ratos se escriben mensajes clandestinos y sin embargo inocentes con periodistas morenos. He vuelto, sí, pero sin ser quizá la misma; esperando, desde luego, que tú no seas la misma, que en ese oscuro y compacto compartimento estés tan embarrada como yo. He ahí mi responsabilidad, mi poder, mi culpa
  • Armando El Guatequehar citeretfor 2 år siden
    ¿Y con Niclas, qué tal?, me pregunta. ¿Seguís conectando en la cama? No sé qué le ha hecho pensar a mi madre que alguna vez estuvimos «conectados en la cama». Resulta algo pretencioso por su parte decir algo así. Pero madre, por favor, ¿acaso no recuerdas lo que es tener un niño pequeño en casa? No, no lo recuerda. Le comento, como si fuera un chiste, que más que vida sexual lo que ahora tenemos es una anécdota sexual.
  • Armando El Guatequehar citeretfor 2 år siden
    Se habla mucho del cansancio que trae consigo la maternidad, de no poder dormir, de las ojeras. Sin embargo, apenas se mencionan las horas de aburrimiento que llenan la vida de una madre. Me refiero a esa sucesión de días grises y amorfos en los que dar la teta, cambiar pañales, intentar dormir al bebé que llora y comprobar si respira una vez que se ha dormido ocupan tu vida hasta asfixiarla, mientras el tiempo discurre por los cauces normales para el resto de la humanidad
  • Gaby TeDehar citeretfor 3 år siden
    Tú también te has dado cuenta de que no hay ninguna esencia mágica en las madres, nada que nos haga capaces de resistirlo absolutamente todo.
  • Gaby TeDehar citeretfor 3 år siden
    Los niños te cambian la vida, y yo amo la mía. Los hijos no son los únicos que pueden traer satisfacción y felicidad, y la verdad es que es más fácil dar vida que dar amor».
  • Gaby TeDehar citeretfor 3 år siden
    «Se dice caprichosamente que las mujeres “tienen enfermedades en el vientre”, y es verdad que encierran dentro de sí un elemento hostil: es la especie, que las roe».
    SIMONE DE BEAUVOIR, El segundo sexo
  • Alejandrahar citeretfor 3 år siden
    Las madres no siempre son como nos han contado. Una madre puede ser cruel. Pensar lo contrario es plegarse a prejuicios anticuados sobre la feminidad. La crueldad de una madre no tiene por qué estar siempre ligada a la locura
  • Alejandrahar citeretfor 3 år siden
    Hay quien se acerca al abismo del alma con tanta frecuencia que al final es dominado por uno de estos dos impulsos: tirarse uno mismo o empujar al de al lado.
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