El mar de Ana

Eso sí, hay algunos señores muy preocupados que dicen que van a construir casas y ciudades enteras sin baño porque dicen que no puede ser que todo el mundo haga lo que se le da la gana. Y es que hay mucha gente que dejó sus trabajos, que no les gustaban para nada, y ahora trabajan en los baños de mi casa o en sus propios baños.

Algunos le hablan a mi papá y le dicen que quieren un baño con una tina llena de dinero, con muchos millones, pero a esos mi papá no les hace caso, y comenta: “¡pobres!, tienen tan poca imaginación…”

Una señora sola, que vivía en un departamentito muy, pero muy chiquito, nos pidió un jardín. Ahora tiene la tina llena de margaritas, dalias, jazmines y alcatraces. Eso sí, se baña sólo con la manguera, pero tampoco le importa.

Desde que mi hermano decidió lo que quiere ser cuando sea grande, es mucho menos terrible que antes. Él también creció mucho. Mucho más que yo. Y va a la escuela de los más, más grandes, y cuando termine esa escuela va a ser arquitecto. Quiere construir baños. Baños especiales, como los nuestros, para que mucha gente tenga cara distraída y de gran felicidad.

Por favor, Etelvina, no te tardes mucho, que la selva no es salón de belleza, y tengo que estrenar mi traje de Tarzán y mi grito de Tarzán. Lo estuve practicando toda la noche.

Esto es fabuloso, es fantástico, es increíble, ¿te das cuenta? Tenemos un mar y una selva dentro de nuestra casa. ¡Qué más podemos pedir! ¿Te das cuenta?

Y mi mamá le decía:

—¡Sí Abelardo, sí! Cómo no me voy a dar cuenta. ¿Quién crees que puso la jirafa?

Así, la gente que viene de países muy lejanos puede desembarcar directamente en mi casa, bueno en el baño de mi casa. A veces pienso que con el tiempo, tal vez toda mi casa se convierta en una ciudad. En una maravillosa ciudad portuaria. ¡Eso sería divertidísimo!

Pero mis papás están un poco preocupados. Ellos piensan que tal vez cuando yo sea más grande y me bañe en la regadera para hacerlo más rápido y llegar más rápido a la escuela, no a la escuela que voy ahora, sino a la escuela que van los más grandes, que empieza más temprano… se nos va a acabar el mar. Por eso decidimos construir otro baño, sin tina y con regadera. Uno más grande, porque nunca se sabe qué cosas pueden aparecer adentro de un baño

Mi papá, después de hacerse el tatuaje, dejó su trabajo en la oficina, ése que tenía cuando se bañaba muy rápido y muy temprano, porque no le gustaba nada, pero nada de nada. Y, además, porque dijo que había que organizar el mar.

vi a mi mamá en medio del mar cantando junto con una sirena que tenía el pelo largo, largo.