Según cuenta la historia de los hermanos Grimm, Hansel y Gretel eran los hijos de un pobre leñador. Eran una familia tan pobre que una noche la madre convence al padre de abandonar a los niños en el bosque, dado que ya no tenían con qué alimentarlos. Hansel oyó esto, por lo que salió de su casa a buscar piedras, con las cuales marcó un camino al día siguiente cuando se dirigían al bosque.