Trasegar por la complejidad requiere un pensamiento abierto y flexible que permita comprenderla: el pensamiento complejo. Existen varios caminos para llegar a él. El pensamiento es una visión que ayuda en la comprensión de las situaciones complejas; lo plantea Edgar Morin respecto del estudio de los sistemas sociales, en los que el método científico no encuadra por completo pues precisa que el todo, para su análisis, sea dividido en partes, y que estas sean analizadas independientemente. El pensamiento complejo es una visión que induce a seguir diferentes caminos aceptando las posibles incertidumbres, emergencias, dinámicas y contradicciones y considerándo— las para tener resultados globales. Su aplicabilidad varía de un entorno a otro y de una situación a otra, ya que, aunque la organización sea similar, existen elementos que determinan cuál es el camino más adecuado para comprender los distintos problemas.