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Bøger
Hebe Uhart

Del cielo a casa

  • Ivana Melgozahar citereti forgårs
    Ni mi ropa ni mis deseos eran tan impecables como los de la señora, ni mi contención ni atención era como las de los viajantes, y todos ellos eran de una prosperidad abrumadora. Más abrumadora aún porque no era ostentosa: era como una prosperidad autosuficiente.
  • Ivana Melgozahar citereti forgårs
    ¿Y para qué sirven los objetos que sobreviven a las personas? Para el museo de la ropa: en el año 2083, harán un museo de la ropa y también de la basura clasificada por consistencia y procedencia. Sí, las especies mueren para dejar sus rastros en los museos.
  • Ivana Melgozahar citereti forgårs
    Es notable lo que uno aprende a los tres días de estar en un lugar; el primer día, el hotel era un misterio, la habitación, un lugar para examinar los aparatos, y los guías, seres inciertos que quién sabe cómo funcionarían. Al tercer día ya le había regalado chocolate al guía, ya nos echaron a un uruguayo y a mí de la salita de desayuno por fumar. Encontramos un lugar cerca donde todos fumaban y algunos tomaban cerveza de mañanita. Ese café parecía decir: todo aquel que quiera corromperse, que lo haga pronto y para siempre, y además, todos juntos, para facilitar las cosas.
  • Ivana Melgozahar citereti forgårs
    con los ojos llenos de espanto, dije: “Eu voglio la clef”. Las dos chicas que atendían me miraron también espantadas, como si las fuera a asaltar, o peor aún, como si yo fuera una mutación de la especie.
  • Ivana Melgozahar citereti forgårs
    Y volví al hotel pensando como me parecía que lo harían los alemanes: qué hermoso sería si una semana fuéramos todos osos, la otra liliputienses, y suma y sigue, para probar las escalas.
  • Ivana Melgozahar citereti forgårs
    Y en una postal, los osos toman un colectivo, como si fuera gente que va a trabajar. Los países tienen flores emblemáticas; el emblema del berlinés es un oso. Una flor es frágil y lejana, un oso es contundente, como contundentes son los armarios de los cafés y la gordura de los alemanes gordos
  • Ivana Melgozahar citereti forgårs
    Esa pollera me gustó y también un sofá, hecho para recostarse totalmente: el sofá seguía la forma del cuerpo y con su pelo largo imitaba a un animal, un león color café con leche. Y entonces uno sería una especie de bestia descansando en otra. Somos producto de una especie, las especies se necesitan unas a otras, nací ser humano por azar, podría haber nacido ornitorrinco.
  • Ivana Melgozahar citeretfor 6 dage siden
    A pesar de ser mujeres grandes y, se supone, cultas, a duras penas podíamos reprimir una risita nerviosa ante lo desconocido, como si cualquier lenguaje se entendiera espontáneamente y lo que no se entiende se soporta y después seguro que vendrá otra cosa, mariposa. Ahí estábamos, en la Casa de las Culturas del Mundo, formando parte de las especies que pueblan la Tierra.
  • Ivana Melgozahar citeretfor 6 dage siden
    Yo tenía mis argumentos para rebatir eso, pero siempre se me ocurrían después.
  • Ivana Melgozahar citeretfor 6 dage siden
    Él se manifestaba radical y enjuiciaba con fuerza al peronismo; y a mí siempre me pasó que cuando alguien es muy radical, me dan ganas de defender al peronismo y viceversa. De todos modos, si hubiéramos estado en tierra firme, digamos, y no en un aeropuerto de transborde, o si yo hubiera tenido un vínculo habitual con esa persona, nunca hubiera exacerbado las posiciones.
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