Kitchen

No sé por qué, pero había algo en él que me punzaba el corazón y me hacía llorar.

Mi manera de actuar, al enamorarme, siempre ha sido la misma: atravesar un sitio corriendo muy deprisa

Alguna vez, sin falta, todos iremos dispersándonos en la oscuridad del tiempo y desapareceremos.

… Y por esta razón empecé a llevar una vida de parásito.

arrastraba suavemente un sueño tranquilo que acompañaba a una tristeza inmensa sin hacerme apenas derramar lágrimas,

Gracias por decirme adiós con la mano, muchas, muchas veces.

Lo sé, aún éramos jóvenes y, además, tal vez no hubiera sido el último amor de nuestras vidas

«… Ha sido en defensa propia, así que estamos en paz, ¿no?».

Perdí aquellas manos y aquel pecho, sentí que había tocado la fuerza de la desesperación más profunda que alguien podía encontrar, aquella que nadie querría ver bajo ningún concepto.

Me juré no hablarle de lo que había visto aquel día y me fui sin decir nada, pensando que ya nos veríamos en una ocasión más alegre.