Pero ahora podía dar la bienvenida a mi mundo a otra persona, y sería mejor que todo lo que había tenido hasta entonces porque… sería mía.
Y yo sería suyo. Seríamos el uno para el otro. Ella sería lo que mi madre era para mi padre: una referencia cómoda, una fuente de calma y seguridad. Y yo podría ser su guía, su protector.