Los sueños eran marañas, los sueños eran pantanos, los sueños eran el ataúd en el que habían enterrado a nuestro padre
Paty de la Torrehar citeretfor 2 år siden
imaginábamos que era él: el padre difunto hacía tanto tiempo, la razón de la tristeza de nuestra madre y de nuestra existencia
Paty de la Torrehar citeretfor 2 år siden
imaginábamos que era él: el padre difunto hacía tanto tiempo, la razón de la tristeza de nuestra madre y de nuestra existencia.
Marcia Ramoshar citeretfor 2 år siden
los cerebros son casas con muchas habitaciones, entonces Septiembre vive en cada una de ellas. Al ser tan grandes como catedrales, debe inflarse como un globo para llenarlas; sus pensamientos suenan como sirenas de niebla y reverberan por las estancias como el toque de unas campanas
Marcia Ramoshar citeretfor 2 år siden
i los cerebros son casas con muchas habitaciones, entonces yo vivo en el sótano. Aquí todo está oscuro y tranquilo. A veces oigo movimiento arriba, como el correr del agua por las tuberías o algo que se digiere lentamente. A veces todo se ilumina y el lugar en el que vivo se revela.
Marcia Ramoshar citeretfor 2 år siden
La pena es una casa sin puertas ni ventanas en la que se pierde la noción del tiempo. Duermo pegada a la espalda de mamá y le paso el brazo por encima para que, en mitad de la noche, de la oscuridad, sus hombros y su pelo en mi boca puedan ser los de cualquiera.
Marcia Ramoshar citeretfor 2 år siden
Las maldades que hizo Septiembre: obligarme a hacer juramentos de sangre; obligarme a tener el mismo cumpleaños que ella; romper mi bici; portarse fatal con mamá; obligarme a portarme fatal con mamá; obligarme a robar el perfume; ponerme la zancadilla; hacerme ahogadillas; afeitarme una ceja, y muchas otras cosas, tantas que no caben en una lista.
Marcia Ramoshar citeretfor 2 år siden
Mi hermana es un agujero negro mi hermana es un árbol que cae mi hermana es el mar
Marcia Ramoshar citeretfor 2 år siden
Su hija, que era cruel y manipuladora, y que a veces trataba a su hermana como si fuera un recipiente que llevaba de acá para allá, que cogía y soltaba, recipiente en el que lo vertía todo
Marcia Ramoshar citeretfor 2 år siden
gustaba.
No creía haber pronunciado esas palabras en voz alta, pero ella se gira para mirarme, con la cara impertérrita e inexpresiva de un reptil y las manos levantadas. Hace un gesto de indiferencia con los hombros