a Wittgenstein es a quien le debemos el habernos refrescado estas cosas, pero es a Austin a quien le debemos “los primeros pasos sistemáticos en la investigación del género de cosas que llevamos a cabo por el mero hecho de usar nuestras palabras.
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How to Do Things with Words.
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J. L. Austin, Cómo hacer cosas con palabras. Palabras y acciones.
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lo que importa en realidad es el trabajar con seriedad en filosofía y no casarnos con rótulos desde antes de empezar nuestra tarea, pues muchos de nuestros enunciados son provisionales ya que, sin lugar a dudas, somos contingentes.
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“algunos posmodernistas son atraídos hacia el pragmatismo debido a que ofrece una crítica devastadora de todos los fundamentos filosóficos y justifica un escepticismo lingüístico de amplio rango contra todo reclamo de objetividad, consenso y verdad. Concebida así como una especie de posmodernismo, más que como una versión actualizada de la búsqueda por la verdad
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nueva neopragmatismo, que es una concepción que va desde la revisión de nuestros enunciados lingüísticos, pasando por la práctica social y recalando en una actitud fuertemente antifundacionalista
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el conocimiento es una cuestión lingüística. Sellars lingüistiza lo que antes era considerado pura representatividad, de acceso inmediato e infalible.
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una filosofía al servicio de la ciencia y estar hecha de problemas alejados del “hombre concreto y arrojado”,
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son muchos los aportes de la filosofía pragmática a los llamados “problemas concretos”; es el caso, por ejemplo, de la política y la ética, o los avances de la estética contemporánea
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“aceptar la contingencia de los puntos de partida significa aceptar como única guía el legado de nuestros prójimos y nuestra conversación con ellos” (Rorty, 1996, p. 247).