¿Quiénes son los otros y quiénes somos nosotros?, nos preguntamos. A veces nos pasamos la tarde entera en nuestro cuarto, pensando; con una vaga sensación de vértigo nos preguntamos si los otros existen de verdad o si somos nosotros quienes los inventamos. Nos decimos que tal vez, en nuestra ausencia, todos los demás dejan de existir, desaparecen en un soplo, y milagrosamente reaparecen, brotando de repente de la tierra, en cuanto miramos. ¿No podría ocurrir, acaso, que un día, al volvernos de repente, no encontráramos nada, ni nadie, que asomáramos la cabeza en el vacío?