Después de la infidelidad

fin de sanar tienes que perdonar, pero tu pareja debe aplicar primero un bálsamo sobre tus heridas.

problema con el perdón conveniente —perdón ofrecido sin ningún cambio emocional ni de la actitud hacia el ofensor18— es que probablemente con el tiempo exacerbe sentimientos de depresión y duelo, y alimente una agresividad subyacente contra tu pareja.

«Una tendencia a perdonar demasiado pronto puede ser una señal de falta de autoestima, y expresa —emocionalmente— tanto que no pensamos que tengamos derechos como que no nos tomamos los nuestros con mucha seriedad», escribe Jeffrie Murphy en «Forgiveness and Resentment» [Perdón y resentimiento].16

perdón que no se ha ganado es un perdón barato. Es algo que garantizas no porque tu pareja lo merezca, sino porque te sientes presionado a ello, ya sea por los demás o debido a suposiciones morales o románticas acerca de lo que significa el perdón. Ofrecerlo rápida o prematuramente entierra vivo el dolor y te roba a ti y a tu pareja la oportunidad de enfrentarse a las lecciones de la infidelidad y reparar de forma adecuada las heridas del otro.

no te ocupas del daño que has causado, seguramente lo hará tu pareja.

incluso peor, que racionalizan sus conductas dañinas como si fueran merecidas, es mantener la injuria por completo de nuevo».12

«Aunque la reconciliación tal vez sea un resultado deseable, psicológicamente el perdón tiene que ser ganado», escribe el psicólogo clínico Robert Lovinger en Religion and Counseling [Religión y consejería].

«El verdadero perdón no se puede garantizar hasta que el perpetrador lo ha buscado y se lo ha ganado por medio de la confesión, el respeto y la restitución».11

Desde el momento en que se revela la infidelidad y tú te desconectas totalmente de la persona de la aventura, a menudo toma al menos dieciocho meses restaurar la confianza que has violado.

Diferencias de género a la hora de expresar y escuchar el conflicto