En el camino por tratar de ser demasiado buenos solemos olvidarnos de algo esencial: ser humanos. Nos convertimos en una especie de semidioses y no nos damos cuenta de que no podemos soportar, ni en nuestro cuerpo y ni en nuestra alma, el peso de la deidad o de las expectativas ajenas que, muchas veces, son similares.
Aunque hagamos lo imposible para ocultarlo, somos seres humanos, y esto significa que somos novatos en esto de vivir la vida. Somos un ensayo y error constante. No hay modelos, no hay perfiles perfectos, solo hay personas tratando de vivir de la mejor manera. Con lo que tienen, con lo que llevan puesto. Somos frágiles, contradictorios, tercos, pero por momentos también somos fuertes, coherentes y prudentes. Somos luz y sombra, somos negro y blanco, buenos y malos. Somos una hermosa conjunción de contradicciones.
Este diario es para quienes nos hemos dado cuenta de que por algún lado se nos escapa la humanidad, que tenemos grietas que desnudan nuestro ser y que nos permiten vislumbrar que no podemos sostener un ideal inalcanzable, que se nos impone o nos imponemos. Las palabras, historias y reflexiones de este libro están dedicadas a quienes desean permitirse —y permitir a otros— ser humanos, porque se vale.