Kokoro

—No es mi mentalidad. Es mi forma de ser y me he dado cuenta de ello. Cuando me di cuenta, me asombré. Y ahora tengo miedo.

—Aunque vengas a verme con frecuencia, debes sentirte solo en alguna parte de tu corazón. Yo no tengo la capacidad de arrancarte tu tristeza de raíz. Pronto tendrás que extender tus brazos hacia fuera, pronto dejarás de venir.

Es más fácil y menos doloroso, decía Soseki, seguir la opinión de la mayoría, pero el individualismo significa que cada persona decida lo que es bueno o malo de cada acción.

Soy de la opinión de que las mujeres tienden, en mayor medida que los hombres, a disfrutar más al ser amadas como objetos exclusivos de amor, aunque el amor se salga del camino correcto, que cuando ese amor comprende a toda la humanidad.

Me sentía solo, me sentía muy a menudo apartado del resto del mundo y en soledad conmigo mismo.

Yo opinaba, sin embargo, que esos hombres eran o bien unos cínicos maleados por el mundo o bien unos tontos ignorantes de la psicología del amor

En el mundo hay hombres felices por haberse casado con mujeres que les gustan, pero no se preocupan de si el gusto es recíproco.

Me reí de que no tuviera todo eso en cuenta y le repetí aquel viejo argumento de que el valor de las mujeres no se mide en los estudios que han seguido.

En aquel momento, yo no debía de estar preparado para afrontar tal responsabilidad, pero en un futuro, al mirar atrás con ojos de adulto, sabía que tendría que dar cuenta de la parte de responsabilidad que me correspondía por haber dado mi aprobación al proceder de K

Di en pensar que las mujeres eran más ricas en poder intuitivo que los hombres y que, por esa misma razón, hay tantas mujeres engañadas en el mundo.