Y entonces entendí que, por primera vez en mi vida, no estaba follando con alguien, estaba haciendo el amor. Con ella. Con Ginger. Estaba… queriéndola con las manos, con la piel, con las miradas nubladas de deseo, con nuestros cuerpos unidos y moviéndose.
Comprendí tantas cosas en ese momento…
Y recordé sus palabras. Esas que un día leí meses atrás y que hicieron que cerrase la tapa del portátil con fuerza, con rabia.
¿Qué es estar enamorado?
«Es sentir un cosquilleo en la tripa cuando la ves. Y no poder dejar de mirarla. Echarla de menos incluso teniéndola delante. Desear tocarla a todas horas, hablar de cualquier cosa, de todo y de nada. Sentir que pierdes la noción del tiempo cuando estás a su lado. Fijarte en los detalles. Querer saber cualquier cosa sobre ella, aunque sea una tontería. ¿Sabes, Rhys? En realidad, creo que es como estar permanentemente colgado de la luna. Boca abajo. Con una sonrisa inmensa. Sin miedo».