Es la hora en que el alba se asomaba por todos los caminos, antes del amanecer, un monje lloraba en su miserable celda de penitencia, pues su alma sangraba de impotencia, y siguió llorando hasta que los primeros rayos del sol dispersaron las tinieblas.
Esta novela reflexiva, con cierta profundidad espiritual, transporta al lector a los escenarios de la Edad Media con su oscurantismo, en la España del siglo XV.
Narra la vida de dos monjes: Bernardo de Mendoza y Julio de Ceballos, en un monasterio de aquella época, sitio en el que buscaban elevarse sobre las miserias humanas con métodos extremos.
El fraile Julio solicita permiso para hacer un largo viaje y cumplir el juramento hecho a su hermano de devoción, Bernardo. Vive muchas calamidades y encuentra todo tipo de personas en el camino, situaciones que refuerzan la fe y su grandeza de corazón.