En esta historia de la ciencia, tan irreverente como ambiciosa, Steven Weinberg nos conduce a través de los siglos desde la antigua Mileto hasta el Bagdad medieval y Oxford, desde la Academia de Platón y el Museo de Alejandría hasta la escuela de la Catedral de Chartres y la Sociedad Real de Londres. El autor nos traslada a la mente de los científicos de la Antigüedad y la Edad Media para mostrarnos cómo ellos no solo no entendían lo que nosotros ya entendemos del mundo; en realidad, tampoco sabían qué era lo que había que entender, ni por supuesto cómo entenderlo. Sin embargo, a raíz de la lucha por resolver misterios tales como el curioso movimiento de los planetas y la subida y bajada de las mareas, finalmente emergió la disciplina de la ciencia moderna, con sus objetivos y sus métodos. Weinberg examina los enfrentamientos y las colaboraciones que, a lo largo de ese tortuoso pero fascinante camino se dieron entre la ciencia histórica y esferas competencia de la religión, la tecnología, las matemáticas, la filosofía y la poesía.