Monika Zgustova

Vestidas para un baile en la nieve

  • Ana Saenzhar citeretfor 2 år siden
    “¿Qué crees que buscan tus enemigos? Verte frustrada, amargada, con la cabeza gacha. Si no quieres darles ninguna alegría a tus enemigos, mantén siempre la cabeza bien alta”.
  • Cristina Liceagahar citeretfor 6 år siden
    Tenía unos ojos enormes como… como un lago al despertar el día. Verdes, transparentes, unos ojos claros y buenos. A medida que iba adelgazando por los trabajos forzados, más se agrandaban sus ojos.
  • Adal Cortezhar citeretfor 2 år siden
    Jamás habíamos utilizado una con la otra apodos cariñosos, por ejemplo. Solo aprendí a exteriorizar la ternura con mis hijos y nietos. La educación que me dio mi madre fue autoritaria. Según le confesó a una tía mía, me había tenido para darle sentido a su vida, pues en un momento dado había perdido las ganas de vivir. Me tuvo para sobrevivir, diría yo. Ella, sin embargo, no me lo confesó nunca. Creo que no era plenamente consciente de lo compleja que resultaba la maternidad en solitario. De ahí su frecuente intransigencia para conmigo.
  • Adal Cortezhar citeretfor 2 år siden
    Uno aguanta mucho más de lo que cree: es una lección que la vida me dio ya en la infancia. Y si uno quiere sacar algo de esta vida, tiene que luchar por ello y sobreponerse a los obstáculos, esta es otra lección.
  • Adal Cortezhar citeretfor 2 år siden
    En las condiciones extremas en las que me tocó vivir fui testigo de cómo el hombre puede aniquilar a otro hombre con un solo gesto o cómo puede salvarle la vida únicamente mirándolo con bondad.
  • Ana Saenzhar citeretfor 2 år siden
    Pero lo que realmente me proporcionaba satisfacción era la lectura. Paulatinamente, mi vivienda se llenó de centenares, de miles de libros que llegaron a ocupar casi todo el espacio; eran ellos quienes verdaderamente habitaban mi piso. No paraba de leer; la lectura era mi pasatiempo, mi pasión y mi alimento intelectual. Leyendo me olvidaba de mi vida malgastada, de mi compleja identidad, del rechazo que mi persona inspiraba a la gente, como si fuera una apestada. Leyendo vivía de nuevo, podía empezar desde el principio; leyendo vivía muchas vidas.
  • Ana Saenzhar citeretfor 2 år siden
    Y de hecho no me acostumbré nunca a lo que interpretaba como un comportamiento superficial: las personas se quejaban de muchas cosas que yo consideraba que no tenían importancia y vivían unas vidas que llenaban con frivolidades sin saber bien qué querían.
  • Martha Lunahar citeretfor 2 år siden
    –Todo lo que luego logré en la vida se lo debo a los escasos libros que pude leer en el gulag –concluye, y exclama–: Nadie es capaz de imaginar lo que para los presos significaba un libro: ¡era la salvación! ¡La belleza, la libertad y la civilización en medio de la barbarie!
  • Martha Lunahar citeretfor 2 år siden
    vidas, sus historias y destinos, igual que los hombres.
  • Martha Lunahar citeretfor 2 år siden
    –En el campo, este libro de procedencia desconocida pasó por centenares, tal vez miles de manos. Los libros tienen sus vidas
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