Cómo crear un plan de negocio. Serie Management en 20 minutos

De manera general, un resumen ejecutivo debe incluir los siguientes elementos:
Una declaración de objetivos: bastará con un par de frases que describan en qué consiste tu proyecto y cuáles son su filosofía y sus objetivos a largo plazo.
Una breve descripción del sector y el mercado en los que se insertará el negocio.
Una justificación de la oportunidad de mercado de la que pretendes sacar provecho.
Una breve enumeración de las diferencias y ventajas competitivas que ofrece tu producto o servicio frente a los de la competencia.
Un análisis del potencial financiero de tu proyecto y los riesgos a los que podría enfrentarse.
Una breve descripción del equipo directivo y sus respectivas funciones.
Información sobre la situación general de la empresa (el punto de partida, los primeros pasos y las oportunidades de crecimiento), su situación financiera (el estado de cuentas y la existencia de algún préstamo) y su estructura (sociedad, corporación, etc.). En este sentido, es adecuado incluir aquí los recursos online, como la página web de la Dirección General de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa.
Los detalles sobre los bienes de capital que necesitas, para que los destinatarios del plan entiendan qué pretendes obtener de ellos —dinero, contactos en el sector u otros recursos—.
EJEMPLO DE RESUMEN EJECUTIVO

El contexto o panorama general: el marco regulador, los tipos de interés, las tendencias demográficas, la inflación, etc. Es decir, los factores externos y variables que no pueden controlarse.

Descripción del negocio
La descripción del negocio es otro tipo de resumen, pero se distingue del ejecutivo en que ofrece una visión general del proyecto orientada al futuro. Aquí es donde debes presentar todos los detalles de tu empresa. Considéralo una oportunidad única para que los potenciales inversores comprendan con rapidez tu concepto de negocio y su valor. También hay que exponer en este momento las posibilidades de crecimiento, es decir, de qué modo la nueva empresa incrementará su oferta de productos o servicios y ampliará su base de clientes o su alcance geográfico.
En algunos casos, si tu servicio o producto es novedoso o muy complejo desde el punto de vista técnico, habrá que explicar en una sección aparte cómo funciona. Esto también servirá para destacar las peculiaridades de tu empresa y lo que la distingue de la competencia.

La mayoría de los planes de negocio contienen los siguientes apartados, que comentaremos con detalle a lo largo del libro:
Portada: incluye la denominación de la empresa o el proyecto, así como el nombre y la información de contacto de su autor o autores.
Tabla de contenidos: ofrece una visión general de los temas que se tratarán en el plan. Te recomendamos usar un lenguaje sencillo para que los lectores puedan encontrar con facilidad en el documento lo que buscan.
Resumen ejecutivo: se trata de una explicación breve y formal de lo que será tu empresa, es decir, cuáles son sus objetivos y por qué piensas que tendrá éxito.
Descripción del negocio: es una visión general de tu propuesta.
Antecedentes del sector: en este apartado se proporcionan datos históricos e información actual sobre el tipo, el tamaño, los rasgos y las tendencias de tu sector.
Análisis de la competencia: es la evaluación de las características de tus potenciales rivales.
Análisis del mercado: Se trata de la evaluación del mercado objetivo, es decir, los deseos, las necesidades y la demografía de tus clientes.
Resumen del equipo de gestión: contiene los nombres de los miembros del equipo y una descripción del modo en que trabajarán para formar una unidad efectiva y de éxito.
Plan de operaciones: se trata de una descripción detallada de la estrategia escogida para vender el producto o servicio.
Plan de marketing: consiste en detallar la estrategia que pretendes utilizar para vender tu producto o servicio.
Plan financiero: consiste en una síntesis del estado actual y las proyecciones de rendimiento financiero de la empresa.
Anexos: en ellos se incluyen los documentos adicionales que proporcionan información más detallada sobre el plan.
Por supuesto, no todos los planes de negocio siguen este modelo al pie de la letra. Como verás en el próximo capítulo, según el tipo de público al que quieras dirigirte y sus necesidades, tu plan puede contener algunas de estas secciones y añadir o prescindir de otras

Un plan de este tipo suele empezar con un resumen ejecutivo y una descripción general de la empresa. El cuerpo del plan presenta los aspectos específicos del proyecto y los elementos fundamentales de la empresa. Por último, los anexos incluyen información más detallada: datos financieros, currículos del equipo, etc

¿Cuál es tu objetivo? Por ejemplo, si tu propuesta puede desarrollarse en un entorno rico en recursos como una gran empresa, ciertas partes del plan —como las relacionadas con la estrategia de marketing— podrían ser más concisas que otras. Si este fuera el caso, deberías extenderte más en la propuesta de valor y el análisis de la competencia. Por otra parte, si tu plan de negocio pretende conseguir fondos de capital riesgo, debería enfocarse sobre todo en las oportunidades y en el equipo directivo.
¿A quién te diriges? Saber quién leerá tu plan de negocio y cuáles son sus objetivos y necesidades te ayudará a adecuar el mensaje. Pero para averiguar esto antes deberás recabar cierta información. Con este fin, acude a tu red de contactos —por ejemplo, habla con colegas y otros profesionales del sector para conocer su punto de vista sobre los problemas que intentas solventar con tu producto o servicio—. Piensa también en cómo verá la propuesta tu público objetivo, ponte en su piel. Por ejemplo, un comité de gestión o una junta directiva la considerarán en un contexto de competición con otras iniciativas y por eso es posible que se fijen en aspectos como el ahorro de costes u otras oportunidades de venta similares a tu idea. En cambio, un grupo de inversores externo quizá prefiera conocer los umbrales de rentabilidad y el potencial de la empresa a largo plazo.
¿Qué pretendes conseguir? Piensa cuál es tu objetivo específico: ¿solo necesitas el visto bueno para tu proyecto o también te hace falta apoyo y recursos? ¿Buscas financiación o contactar con otros inversores o socios? ¿Quieres afrontar un préstamo en solitario o estás dispuesto a compartir la propiedad y los beneficios del negocio con otras personas o entidades?

Por ello, Sahlman recomienda organizar el plan de negocio en torno a cuatro factores determinantes para una empresa:
El equipo, es decir, el personal que sacará adelante el proyecto y las empresas externas que proporcionarán los recursos necesarios para ello.
La oportunidad, el perfil del negocio: qué venderá esa empresa y a quién, cuál es su capacidad de crecimiento, su rentabilidad esperada y qué obstáculos pueden presentarse.
El contexto o panorama general: el marco regulador, los tipos de interés, las tendencias demográficas, la inflación, etc. Es decir, los factores externos y variables que no pueden controlarse.
El riesgo y el beneficio, una evaluación de todo lo que puede ir bien o mal, así como una reflexión sobre cómo responderá el equipo ante diversos escenarios.