(h)amor 9 amigas

todas saben que forman parte de una transformación que es lenta, costosa, pero que acaba teniendo su recompensa: ser una chica

bailar no es cosa de talento sino de atrevimiento.

Los chicos en cuestión les resultan fascinantes, pero no parecen saber mucho sobre la vida.

Cuatro. Afecto y acción
–Afecto como la capacidad de afectar
y ser afectada. Me pregunto si puede haber lazo afectivo sin acción compartida–

Existen diferentes modalidades de la relación de amistad, pero el Programa Experimental de Radicalización de Afectos apuesta por la versión crítica de la misma // La politización del afecto no implica su institucionalización, la politización del afecto es la lucha en contra de su mercantilización // Dejar de amar a alguien por razones políticas es un desafecto válido // Los afectos son acción directa // La acción directa es la única manera de dislocar el marco de regulación del amor //

Porque la amistad es más acción que lazo

Cuando he roto amistades no ha sido porque haya dejado de querer, de amar, de sentirme ligada, sino porque ya no había una acción que permitiera el lazo. No son pocas las ocasiones en las que me odio por ello. Odio el no quererte como amiga, odio la tibieza de nuestros encuentros después de la calidez que siempre los había rodeado. Odio que la disidencia haya aparecido y que el orden y la norma lo impregnen todo. Odio sentir que te debo algo simplemente porque existe un lazo afectivo. También lo hubo con quien me maltrató y con quien hizo de mi casa un infierno.

Entender la amistad no solo como lazo, sino como acción afectiva permite un acercamiento crítico. La amistad radical que se basa en lazo y acción nos permite deshacernos de afectos feroces con personas con las que ya no hay un compromiso por el bienestar.

La pasión de la amistad que describe Telfer es la jerarquización del lazo por encima de la acción afectiva. La amistad sobrevive entonces por encima de las acciones violentas: amarás a quien produce dolor al igual que deberás honrar a tu padre y a tu madre.

Las pasiones de la amistad

Telfer ve en el lazo de la amistad un elemento irracional al que denomina «pasión». Para Telfer, la amistad es capaz de aceptar contradicciones en nuestros valores. Así, el afecto propio de la amistad sobrevive a los cambios que pueda tener el objeto de amor de nuestra amistad. Podemos seguir sintiendo afecto por alguien a quien ya no respetamos.

La amistad radical, como lazo y acción afectiva desafiante, no puede pensarse si no es fuera del marco hegemónico que regula el amor.

La saturación política pertenece al ámbito de lo político, no de la política. Ante la institucionalización, solo cabe la acción directa afectiva.