Este antidiseño colectivo se mueve entre lo analógico y lo digital, lo material y lo inmaterial, acumulando en su tránsito capas de significados y de metadatos. Seduciéndonos con su humor y su espontaneidad, los memes son el epítome de la idiotez colectiva, del potencial idiota de humanos y tecnologías, puesto en circulación. Los memes devienen siempre en grupo, articulan lo tecnológico, lo sensible, lo político, lo subjetivo y lo social. Son acumulaciones de objetos confederados que se mueven bajo el estandarte de la estupidez.