La trova surgió como música laica frente al trovar clus, la trova cerrada y mística de los clérigos, por eso se llamó trovar lleu, que es el canto claro y al alcance de la comprensión de todo el mundo. Su papel social consistió en arrebatar el monopolio musical a la música sacra, igual que sucedió en el mundo musulmán, cuando el sensual laúd se introdujo en la sociedad laica para relegar el tamborín a la música religiosa.