Dos niñas victorianas, Lucan y Zosine, se acercan a la vida como a un primer baile y deben enseguida ingeniárselas para huir de la trata de blancas. Entre las imágenes del Bien que la lectura ha sabido ofrecernos pocas son parangonables, en su densidad diamantina y brillante, a la de Zosine, muchacha frívola y viciosa, que desbarata los camuflajes del Mal gracias a simulaciones aún más grandiosas: verdadera encarnación del «coraje aristocrático», ese coraje que no se contenta con dar la vida por una causa, sino que «ama el peligro en sí»