Un método interseccional requiere, más que olvidar las diferencias o restarles valor, negociar aquellas que existen en las distintas tradiciones académicas y políticas de raza, clase, género, sexualidad, capacidad, nacionalidad, etnia, colonialismo, religión e inmigración. Esta metodología dialógica no da por supuesta ninguna relación preformada entre todas estas categorías. El objetivo es establecer estas conexiones en contextos sociales específicos. De modo que la heurística de la interseccionalidad es el punto de partida para la formación de coaliciones intelectuales de consenso y debate.